...y no es la ausencia la que duele en realidad, son las marcas que dejamos en la piel, con tanta fuerza que no dejan respirar, con tanta fuerza, como un acto criminal...
Creí ver un ser alado
Pero no eran alas
Eran tus manos tejiéndome,
Y quede atrapado en la insignificancia.
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