...y no es la ausencia la que duele en realidad, son las marcas que dejamos en la piel, con tanta fuerza que no dejan respirar, con tanta fuerza, como un acto criminal...
VII ( posible titulo Desvelo)
Voy acentuando la pugna mientras el puño onírico de Morfeo, interviene la ronda de las niñas. Llueven impresiones; y caras inéditas hurgan el jardín del celoso desvelo; se van acumulando con incentivos de saña y arenga inquisitiva. Me siento una roca heraclida, fruto de impulsos recónditos. Quisiera decir — todo terminara con el susurro de la diosa Nix—, pero ésta, abre senda, a través de la próxima jornada; que huye despavorida por el clima de Febrero. Y tal vez cuando sea mañana te diré —nunca dormí, nunca te soñé— y valdrá la pena soplar un adiós.
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