XV


Cuando viertas sobre mí, del túnel refulgente la hipocresía, y apoyes tus manos en la carne imperturbable, avivare el fuego en tus pesadillas, y como quien duerme por encanto y renace tal cual habiendo pisado el huerto de Hera, dominaré en tus sueños y en tus sueños viviré hasta el día en que los carros del hades emerjan por ti.