...y no es la ausencia la que duele en realidad, son las marcas que dejamos en la piel, con tanta fuerza que no dejan respirar, con tanta fuerza, como un acto criminal...
para ti
¿Que puedo hacer? sino tocar tu cuerpo, cada vez que lo permitas, una y otra y otra y otra y otra vez, hasta caer dormido en tu brazos de papel, mientras tú vientre me da la suavidad que busco en las horas de embriaguez.
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