III

Tres de la mañana. Hamburguesas de diez. Música lenta en el carro.
(Música, piano, igual a cena aristócrata) Yo sin corbata, ella sin vestir un elegante harapo de $5000. No, ni siquiera teníamos que beber, guardamos $30 para la gasolina. Hay quienes cenan cordero y vino tinto, y se limpian con pañuelos de seda. Pero nosotros, cenábamos hamburguesas, mientras afuera en la calle, un par de perros danzaban al ritmo del piano, junto a una cachorra desnutrida, con el fin de penetrarla.

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