A Una Mujer


No sé a que hora, ni en que momento.
La prisión del galante capturo mi lucidez.

Memorias de un tactismo, solo eso,
Noche de apatía,
Que se hunde como navaja en la barbilla.

Se escama mi juicio, si,
Se ven venir sueños de un ósculo ficticio,
Una meta incierta.

Razón de más para que el recelo
Me exhorte a no transgredir más mi condena.

No quiero que perdure el encanto velado
Atrás de una muy bien elaborada estafa, no.

Quiero ser frágil en mi tacto
y duro con palabras.

No hay comentarios.: